Siempre supe a ciencia cierta que existen
pequeñas ideas que cambiaron al mundo...
Como esa pequeña y descabellada idea
que tuviste de volver sonreírme.
Esa minúscula mueca, que cual crisálida,
terminó siendo mariposa sobre tu boca y
cambió nuevamente mi mundo de sombras
por uno de poesías y palomas.
Esa mínima expresión en tu rostro,
que emulando al ojo del huracán,
me inundó de felicidad y dicha,
para las tormenta que se avecinan.
pero tal vez, como suele suceder,
la mariposa vuele sola y
la sonrisa viaje a sus orígenes
y se vuelva solo una mueca
Pero el placer de ver desplegar
pequeñas ideas que cambiaron al mundo...
Como esa pequeña y descabellada idea
que tuviste de volver sonreírme.
Esa minúscula mueca, que cual crisálida,
terminó siendo mariposa sobre tu boca y
cambió nuevamente mi mundo de sombras
por uno de poesías y palomas.
Esa mínima expresión en tu rostro,
que emulando al ojo del huracán,
me inundó de felicidad y dicha,
para las tormenta que se avecinan.
pero tal vez, como suele suceder,
la mariposa vuele sola y
la sonrisa viaje a sus orígenes
y se vuelva solo una mueca
Pero el placer de ver desplegar
Sus alas hacia mi cielo,
aunque sea solo un momento,
ya mató la pena para seguir estando vivo y
dejando para siempre alerta todos mis sentidos.
Sé existen pequeñas ideas que cambian para siempre al mundo,
como la pequeña y descabellada idea que tuviste al sonreírme...
ya mató la pena para seguir estando vivo y
dejando para siempre alerta todos mis sentidos.
Sé existen pequeñas ideas que cambian para siempre al mundo,
como la pequeña y descabellada idea que tuviste al sonreírme...