martes

abril de 1990

Hoy tengo otro día para pensar en ti
Gracias por ello.
Pero de que sirven estas torturas cotidianas
Si ya no tenemos lo que te dì.

Hoy tengo ganas de visitar tu barrio,
El colectivo de monedas
El chofer de celeste
y leer muy bien el cartel
para no equivocar al corazón otra vez.

pero llegando a tu barrio,
descubro que no llego.
Llegando… camino de regreso,
Y eso me sirve.
Y eso me mata.
Saber que no existes,
saber que no tengo el frío de los abrazos
con el cigarro en la mano
que entibiaba mis pasos.

Hoy estoy solo de vuelta,
de vuelta a casa creo;
Al menos que un bar con amigos
me salven la noche y los poemas
que de repente se llenaron de calles
y de botellas que recuerdan
como una señora vieja.

Me dormiré pensando en el mañana,
que pensare tu vuelo
La música que apenas entiendo,
me sirve también de consuelo
y me recuerda el tiempo
ese , ese tiempo, que ya no tenemos.

FIN

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