martes

Lugar y no



Alguna vez me contaron que existe un lugar tan lejano pero tan inmenzo, que uno sin darse cuenta siempre esta llegando. Con el menor paso que uno realice siempre emprende el viaje de ida y el de regreso en el mismo instante.

Cuentan que sus habitantes son de un modo u otro parientes entre si, a aquellos que no los une los lazos de sangre los unen los de corazón, que esta discusión por definir cual es el mas importante, en este lugar ya lleva siglos.

Dicen que las deudas solo son de saludos y que los niños tienen a las sonrisas y carcajadas por palabras, y cada una de ellas es perfectamente entendible para quien las oye.

Todo el lugar esta lleno de flores y en los escasos arboles abundan exquisitos fruto que rejuvenecen a los viejos y hacen sabio a los noveles, equiparando a todos los habitantes en un mismo nivel de entendimiento, que facilita la convivencia de todos ellos.

Si de mujeres se trata, no existe mujer que no peque de hermosa., Las niñas serán futuras bellas señoritas que brindaran sus hijos al mundo y serán madres para luego pasar a ser abuelas y de allí, de esa interminable serie de la vida, proviene su hermosura.

Pero todos sabemos que siempre las historias tienen su lado macabro y oscuro que las ensucian y logra romper con su magia, pero este lugar es la excepción. aquí todo es perfecto, todo tan lleno de vida que ni siquiera la muerte hoza entrar a sus dominios.

De repente se acerco un joven de no más de 20 años creo, y preguntó:
¿Dime poeta, en donde está ese fantástico lugar? ¿Cómo llega hasta allí si siempre me estoy yendo y llegando a la vez?
Con mi sabia ignorancia al hombro, como el perico de un triste pirata le respondí...
Tienes que empezar a mirar a donde estas parado, buscar en donde nadie busca o en donde todos se cansaron ya de hacerlo, escuchar el sonido del silencio cuando nos quiere decir algo, mirar al cielo y en su universo buscar tus sueños.

¿pero dónde es, acotó a mí dialogo
Es en tu interior, contesté, le conteste intentando semejarme lo menos posible a un pastor evangélico.

asi proseguí con mi respuesta:
Siempre estas en él y siempre te esta yendo, tal vez sea o no por tu culpa, o tal vez si, o tal vez la cuota a pagar por cada uno de nosotros sea aun muy alta para poder acceder a el,
o por lo menos intentemos acariciar el corazón de quien lo necesita.

Me miró a los ojos, no dijo nada y sé retiro entre puteadas y gestos obscenos.

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