Cuando amanece la poesía suele ser...
La nostalgia que nos miente y nos nostalgia
Los contratos que firmamos con el diablo y no nos salvan.
La canción que tortura a la mujer abandonada
Los licores que envenenan al obrero de las gradas.
Las carias del burdel que estremecen al oficinista
Los zapatos que conocen de memoria el camino de regreso.
Las almohadas que se sienten engañadas
El sueño de cenicienta que sueña la modista.
Las rosas que esperan ser robadas
Y esta roja sangre poeta, que se cuaja en mis venas en mis ansias.
Cuando amanece la poesía no despierta...
En las sabanas que sudan la rutina
En la caja de pandora de los traidores
En los bolsillos ajenos de los gobernadores
En la gris solapa del olvido
En la mentira a mano armada
En la pobreza recién comprada
Y sobre todo mi poesía no transita, si mi sangre no la invita.
Cuando amanece la poesía suele ser..
La sonrisa del mendigo, cuando limosna se cree ganancia
La mirada de mi amada, cuando ella me mira el alma
Las cartas que no enviamos y las que nunca nos llegaron
Los cigarrillos del alba como luciérnagas enamoradas
Los besos que besas con ganas
Los bares que esperan sus citas
Los recuerdos que siempre llegan de lejos
Y este negro caliz en copas, reivindicando mis dolores y lamentos
Cuando amanece la poesía...
El poeta esta durmiendo, buscándola desesperadamente hasta en sus sueños
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