No te pido recompensas ni baratas alabanzas,
solo te salve del hastío por esta fría noche
y ya me marcho si decir adiós,
sin dejar y sin pasar facturas
y aun que te duela, no me duele
por ningún costado por ningúna culpa.
Tampoco pido nada a cambio por lo que dì
y de propina te regalo este mal poema
talvez a alguien con el le puedas mentir;
por que cuando llores y finjas las risas
yo estaré en brazos ajenos,
bebiendo tu olvido en labios de alcohol
de almohadas muertas y sueños añejos .
No espero tus cursis cumplidos vendidos en la feria del pueblo
ni las canciones que muy mal entonas,
y mucho menos tu sentido del humor tan funesto.
Las estrellas como yo volamos lejos,
de corazón a corazón, sin amor y sin consuelos,
así que ni insistas en convencer a mis ganas.
que ya no tienen ganas de nada.
Y nunca te enamores de la noche negra, primor,
Que negra será tu suerte, me dijo.
Antes de cerrar la puerta del cuarto
dejando las hilachas en el suelo
del muñeco de trapo que ahora me he vuelto.
fin
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