martes

Heridas

Al caminar por la misma esquina del recuerdo,
noté tinta sangre en mis costillas,
Lejos de ser como la de cristo,
Era una herida.

Pequeña con profundos ojos negros,
como devolviendos todo el licor que nos bebíamos
siempre cuando no debíamos
y por supuesto le debíamos,
también al cantinero.

Esta herida del costado Era de tiempo
Ese tiempo que renuncia a su recuerdo,
que nunca olvidó aquello que anhelo tener y ya se ha muerto
Esta herida de tabaco y vino
que perdieron para siempre ya su fuego
llevando a este viejo a ser mas viejo.

Nadie sabe como duelen mis heridas,
Como duelen en los pies cansados de
fijar un mismo norte en mis poesias,
que cada vez me cuestan más como los besos
aunque ahora si sé, a quien beso.

El tiempo lo cura todo,
pero mi herida esta echa de tiempo,
y sangra y me desangra
por dentro y por fuera,
pero a nadie manchan ya mis heridas
como mis anteriores manchaban,
hoy la gente solo sangra rutinas.

Esta herida
que sigue siendo mía
hoy te la ofrezco.
Para que la sanes y la salves
con un nuevo tiempo
Para que las sonrisas de nuestras hijas
les pongan ojos tiernos,
tres nortes en los zapatos
y flores en los abrasos.

Al caminar por la misma esquina del recuerdo,
noté tinta sangre en mis costillas,
Lejos de ser como la de cristo
Era mí herida.
Hoy te la entrego, compañera mia.

Fin

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